Frescura que no busca. Clase que no se gasta.

No todos los perfumes logran sostener la tensión entre lo fresco y lo sofisticado. El Maestro sí. Un perfume moderno con un puntito clásico, que aporta clase.

Abre con un acorde luminoso de frutas cítricas, se sostiene en la textura limpia del musk y cierra con un vetiver que no grita en primera fila—más bien ordena la composición en silencio, como quien dirige una orquesta desde la sombra.

En el fondo se siente un aroma verde, como si fuese pasto de golf recién cortado.

Un aroma que no se aplana. No pierde carácter con las horas. De nuestros perfumes sólidos es el que más intensidad entrega, con una duración de hasta 10 horas por aplicación según el tipo de piel.

No es un perfume para impresionar. Es un perfume que deja impresión. Versátil como el día. Elegante como la noche.

Atemporal como quien entiende que la verdadera autoridad no necesita presentación.

Un aroma más nicho, reservado sólo para los hombres que les gustan los perfumes frescos pero con caracter y que los hagan sentir únicos.

El Maestro no se apresura. Marca el compás. Y tú decides si lo sigues.

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